¿Cómo funciona el cerebro?

El estudio y comprensión de nuestro cerebro ha ido pasando por diferentes fases, seguramente paralelamente a nuestra evolución tecnológica.

En un principio solo la anatomía fue la única fuente de discernimiento y con ella los científicos empezaron a catalogar y especificar las áreas o zonas cerebrales. En función de esta catalogación tenemos dos tipos de taxonomías diferentes.

La primera está relacionada con el desarrollo evolutivo-cerebral de la persona, dividiéndolo en estructuras

La segunda, traza un mapa topográfico del cerebro. Podemos ver surcos (hendiduras) y áreas catalogadas en función de su estructura celular, llamadas áreas de Brodmann.

En 1909 Korbinian Brodmann (1868 -1918), dividió el cerebro en diferentes áreas en función de la composición, estructura y disposición de las células en distintas zonas del córtex. Dichas clasificaciones topográficas y anatómicas, generan divisiones espaciales de la corteza, elaborando un mapa para una aplicación patológica. Brodmann realizó una división en un total de 47 zonas o áreas, si bien algunas de ellas pueden subdividirse hasta formar un total de 52.

Hay dos tipos de asociación de las diferentes áreas:
Áreas de asociación unimodal. Procesa la información proveniente de un único sentido para realizar una única función.
Áreas de asociación multimodal. Engloban diversas áreas encargadas de las funciones ejecutivas, inteligencia, memoria, lenguaje, planificación motora y regulación de la conducta emocional

La teoría del cerebro Triuno

En cuanto al funcionamiento cerebral, siguiendo la taxonomía anatómica -evolutiva. Nos encontramos con la teoría del cerebro Triuno, desarrollada por Paul MacLean (1913 – 2007).  (MacLean, 31 enero 1990)
El cerebro Triuno se fundamenta en las tesis darwinianas evolutivas. Según esta teoría la evolución de nuestro cerebro se desarrolló en tres fases paralelas a la evolución humana.
La primera fase evolutiva del cerebro sería la reptiliana, la segunda la límbica y la tercera la aparición del neocórtex. 
A cada una de estas fases le corresponde una función determinada. El cerebro reptiliano sería lo más primario (lo instintivo), el cerebro límbico sería lo emocional, y el neocórtex desarrollaría las estructuras más complejas (lo racional).
Las podemos ver en el siguiente dibujo. Usando un símil, vemos un cerebro en forma de muñeca Katiuska, de lo primario los más pequeño; a lo más evolucionado lo más grande.

La teoría del cerebro Triuno daba explicación al comportamiento humano de una manera sistemática, y fue el usado por la psiquiatría y la psicología, para abordar la psique humana, su comportamiento y sus patologías.
Aunque actualmente gracias a las imágenes computarizadas (neuroimágenes y resonancias magnéticas) nos han dado otra visión mucho más compleja.

UNA NUEVA VISIÓN DEL CEREBRO

En 2014 se publicó una investigación “Complex network theory and the brain” (teoría de las redes complejas (TRC), que ha revolucionado todas las anteriores teorías. (David Papo, Complex network theory and the brain, 2014).

Según los autores:

… “la organización de redes complejas podría comprendernos a comprender el cerebro a micro y macro escalas” … (David Papo, Complex network theory and the brain (1.3))

 “…Se argumenta que el enfoque de redes complejas para la neuroimagen funcional representa una revolución conceptual, no sólo un refinamiento incremental de las técnicas existentes, ya que ofrece una visión cualitativamente diferente de la actividad cerebral y el mapeo de la conducta cerebral, pasando de una computadora a una compleja. visión sistémica del cerebro, donde las redes están dotadas de propiedades que derivan de manera no trivial de las de sus nodos constituyentes, y la función es una propiedad emergente de las interaccione “…

“El principal impacto inmediato de estos y otros estudios teóricos de gráficos tempranos ha sido promover un cambio de perspectiva en la forma en que miramos el cerebro. La teoría de grafos se ocupa principalmente de la topología del sistema, no de su anatomía, que ha proporcionado la perspectiva dominante sobre la organización del cerebro durante cientos de años”…  (David Papo, Complex network theory and the brain (1.3)

Según esta investigación el funcionamiento del cerebro es una compleja red neuronal la cual elabora los sistemas funcionales cognitivos en topografías (zonas) diferentes, distantes o cercanas; interconectadas y relacionándose en función del proceso cognitivo a realizar.

 Así que, ya no hay un área concreta para el desarrollo de las funciones cognitivas superiores, sino que la sinaptogénesis entre las diferentes áreas son las que producen el proceso cognitivo. Por lo que, podríamos cambiar el nombre de área que produce la función (x); por bucle funcional o grafo, determinado a la función a realizar.

 Haciendo referencia al proceso neurocognitivo del que he hecho referencia en “Complex network theory and the brain” (teoría de las redes complejas (TRC). (David Papo, Complex network theory and the brain, 2014).  No podemos obviar una hipótesis importantísima la música procesa la información con las áreas del cerebro, por tanto, la teoría de redes complejas sería la mejor forma de dar explicación a la forma en que se procesa todo lo neurocognitivo musical en el cerebro. (Vargas De Prado)

DEL CEREBRO COMO RED NEURONAL AL UNIVERSO CUANTICO

Esto ha dado pie a que algunos científicos estén hablando de similitudes o paralelismos con las redes neuronales del cerebro, en lo cuántico, en los biosistemas o en el universo.
Según explica el físico y cosmólogo Vitaly Vanchurin (2005), de la Universidad de Minnesota en Duluth, en una publicación en Cornell University:
“Discutimos la posibilidad de que todo el universo en su nivel más fundamental sea una red neuronal. “ (Vanchurin, 2020).
Pero lo que deja más perplejo es que según Dimitry Kroukov, físico de la Universidad de San Diego, en un estudio publicado en Nature’s Scientific Reports. Afirmaba que el universo puede estar creciendo de la misma manera que un cerebro gigante, como un disparo eléctrico entre las células cerebrales, por la forma en que las galaxias se expanden:
El Universo se comporta como un cerebro gigante, esta relación es una señal de que hay algo en la naturaleza que escapa a la física moderna”. El universo es una red neuronal (Martínez Gallardo, 2012)

LA RED NEURONAL DE LOS ECOSÍSTEMAS

Una profesora en la Universidad British Columbia, Suzanne Simard.

En un trabajo sobre la biosfera (2010), logró mapear la extensión de un bosque del interior de British Columbia, utilizando técnicas moleculares. Observando que todo el bosque estaba conectado mediante raíces y hongos. ¡Todo converge en los “¡Árboles Madre”, los más grandes y viejos! ellos eran los núcleos de vida de todas las conexiones y de todas las especies arbóreas del bosque. Es decir, los bosques analógicamente, son como complejos organismos que interaccionan entre sí mediante la sinapsis de sus raíces creando redes neuronales complejas. (Simard, 2016)

“Los árboles no son individuos creciendo por su propia cuenta con el fin de ser el más exitoso. Más bien, son parte de una red que está en constante interacción, y en donde la colaboración es lo primordial. Esta red subterránea la llamamos red de micorrizas (“mycorrhizal network” en inglés)”. (Orrego, 2017)
Curiosamente volvemos a la sabiduría de los filósofos presocráticos. En un tiempo, donde solo el pensamiento y la mente era la única arma del saber, era desde el pensamiento filosófico no desde el empirismo que se conseguían las certezas.

Hay muchos mundos y muchos sistemas de universos que existen al mismo tiempo.
(Anaximandro)

Desde la visión transpersonal del ser humano, desde la visión del Chamán, hasta la visión del indeterminismo atómico, o la relación cuántica de la materia y los planos del ser a través de los tres ojos: lo sensitivo, lo introspectivo -racional y lo contemplativo.
Todo nos lleva hacia un cambio. Una visión global y transpersonal del todo.

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